La Ceremonia del Adiós
(por Marilia Pastor).
"...el llanto o los gritos son manifestaciones de dolor que nunca deben reprimirse porque son la única manera de aceptar la partida. Suena paradójico pero la pena representa una oportunidad de crecer ya que obliga a la introspección. En ese momento nos damos cuenta de que somos fuertes y que podemos rehacer nuestras vidas, asegura la terapeuta Luciana Stiglich".
La República / Suplemento Domingo / 27 de Abril 2009.
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